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Queridos amigos: Dado que a partir del próximo año esta carta ya no se enviará bajo el logotipo de Tres Soles sino de Índigo Sol, creemos necesario hacer un balance estadístico de los 32 años de trabajo continúo (1989–2021) en el proyecto Tres Soles. Dado que hemos creado un archivo de cada uno de los 217 niñas, niños y adolescentes que han vivido en la comunidad infanto-juvenil en diferentes momentos y durante diferentes períodos de tiempo, ha sido relativamente fácil, aunque por supuesto también ha llevado un tiempo, recopilar los siguientes datos:
Comunidad Infanto–Juvenil Tres Soles
- Del total de 217 niñas, niños y adolescentes, 158 eran varones (72,82%) y 59 mujeres (27,18%). Esta diferencia se explica por el hecho de que los padres, en realidad en su mayoría madres solteras, cuidan mejor a sus hijas que a sus hijos y quieren que se queden en sus casas por lo menos un tiempo más si es posible.
- Pudimos reintegrar a 87 niños y adolescentes (40,09%) –58 varones y 29 mujeres)– a sus familias, ya que vivir en familia es un derecho que les asiste, pero lo que a menudo fue un proceso largo y complicado. Este elevado porcentaje es, en realidad, la mejor prueba de que hemos cumplido plenamente con esta tarea, de acuerdo a las instrucciones del SEDEGES (ente estatal encargado del bienestar de la niñez y juventud), que en alguna ocasión nos reprochó de haber hecho muy poco al respecto.
- 58 niños y adolescentes (26,73%) –52 varones y 6 mujeres– abandonaron el proyecto antes de alcanzar la mayoría de edad. A primera vista, esta proporción (un poco más que una cuarta parte), también puede parecer elevada. Sin embargo, las razones que condujeron a ello fueron múltiples y no siempre dependieron de nosotros: muchos chicos nos fueron enviados por el SEDEGES o por las diferentes Defensorías municipales sólo por unas semanas o meses, para después encontrar otras soluciones que una internación definitiva en nuestro proyecto. Otros no conseguían acostumbrarse a una vida casera o a la asistencia regular a la escuela. Otros se peleaban con sus compañeros, no podían dejar el alcohol o las drogas, o simplemente querían recuperar la libertad de la que disfrutaban en la calle a pesar de toda la miseria.
- 54 jóvenes (24,89%) –38 chicos y 16 chicas– tuvieron que abandonar la comunidad infanto-juvenil (igualmente casi una cuarta parte del total) por haber alcanzado la mayoría de edad. La ley no permite que los mayores de 18 años vivan en un hogar para menores de edad.
- 66 jóvenes (30,41%) –48 varones y 18 mujeres – terminaron el bachillerato durante su estancia en Tres Soles, lo que significa que algunos de ellos lo hicieron antes de alcanzar la mayoría de edad. Sin el propósito de querer alabarnos, este hecho demuestra que hemos dado mucha importancia a la reinserción escolar y al apoyo escolar diario.
- 49 jóvenes adultos (22,58%) –33 varones y 16 mujeres– pudieron alcanzar una formación profesional o una capacitación técnica con nuestro apoyo tras abandonar la comunidad infanto-juvenil: 22 un formación manual o técnico, 3 una formación teatral y 8 un título universitario. Este porcentaje también demuestra que hemos hecho mucho hincapié en motivar a los jóvenes para que se formen profesionalmente, especialmente desde 2009, cuando nos hicimos cargo de la Residencia Estudiantil Luis Espinal, al que podían trasladarse los mayores de 18 años.
Programa de seguimiento a los exintegrantes de la Comunidad Infanto–Juvenil Tres Soles
- Entre 2020 y 2021, cuando se hizo evidente que la comunidad infanto-juvenil tendría que cerrarse, 17 niños y adolescentes (7,83%) –9 varones y 8 mujeres– fueron reubicados en hogares privados no estatales. Desde un año y medio se está realizando un programa de seguimiento para acompañarlos en este proceso, como ya hemos relatado en anteriores cartas circulares.
Residencia Estudiantil Luis Espinal
- En total, 63 jóvenes adultos –32 varones y 31 mujeres– pudieron realizar una formación técnica (19) o académica (44) en la Residencia Estudiantil Luis Espinal, donde también se aceptaron jóvenes mujeres y hombres de otros hogares y de familias de escasos recursos, además de los egresados de la comunidad infanto–juvenil, mediante un sistema de becas de estudio y alimentación. Los datos se refieren a los años 2009-2022.?Muchas veces este proyecto se consideraba secundario, pero en realidad era sumamente importante y exitoso, y probablemente único en su tipo en Bolivia, porque normalmente los proyectos infanto- juveniles o centros de acogida como se denominan oficialmente, consideran que su trabajo termina cuando las chicas y los chicos alcanzan la mayoría de edad. Por esta razón, la residencia estudiantil continuará bajo la personería jurídica de Índigo Sol en el mismo marco como se ha hecho hasta ahora.
Apoyo a Índigo Sol
- En lo que respecta al almuerzo y al apoyo escolar, podemos mencionar que entre 2021 y 2022 se beneficiaron un total 47 de niñas y niños –32 varones y 15 mujeres– de este programa. De este trabajo se hicieron cargo nuestra hija Stefanía y nuestro yerno Christian (Stefanía además es coordinadora de la residencia estudiantil y Christian es nuestro asesor jurídico). En la nueva página web, que está casi terminada gracias a la familia Heumann, se puede leer lo siguiente sobre Índigo Sol: “ Somos una no gubernamental sin fines de lucro que persigue evitar la institucionalización y la deserción escolar de las niñas y los niños, ayudándoles en el mejoramiento del desempeño escolar y su nutrición, potencializando su capacidad intelectual y sembrando en ellos la búsqueda de la superación constante, conjuntamente con actividades que estimulen sus capacidades y habilidades sociales – cognitivas.
Al final de esta carta vale la pena mencionar que muchos niñas, niños, adolescentes y jóvenes adultos llegaron donde nosotros con graves problemas de salud (tuberculosis, enfermedades de la piel y de transmisión sexual, desnutrición crónica, daños dentales, etc.), tanto las y los integrantes de la comunidad infanto-juvenil y de la residencia estudiantil. En todos los casos, recibieron atención médica y odontológica de forma adecuada y en partes costosas, porque lamentablemente el Estado tampoco aportó un centavo al respecto. A pesar de estos esfuerzos, en 2003 falleció un niño por un defecto congénito en una válvula del corazón, lo que supuso una experiencia muy traumática para nosotros.
An este lugar quisiera pedir disculpas, porque las cifras y los datos estadísticos suelen ser terriblemente secos y no siempre reflejan toda la dimensión del trabajo realizado, pero creo que se los debía a todas las personas que nos han apoyado fiel y desinteresadamente durante estos largos años. Lo que queda, y esto es lo más importante para nosotros, es que las vidas de todos estos chicos hayan sido influidas positivamente por su paso por el proyecto, en el marco de la solidaridad y del respeto que siempre les hemos brindado. Hemos relatado muchas de estas experiencias en nuestro sitio web (www.tres–soles.de), en nuestras cartas circulares y en mis dos libros sobre Tres Soles (Los chicos de Tres Soles y El proyecto Tres Soles), como un balance "humano", por así decirlo, que no puede hacerse mesurable con datos estadísticos. En este sentido, quiero dar muchas gracias a todos aquellos que comprenden nuestra situación y nos siguen apoyando moral y económicamente.
Un cordial saludo, Guisela y Stefan Gurtner
Para más información, visítennos en nuestra página web
www.tres-soles.de |
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Artículo de prensa publicado abril 2023 |
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Artículo de prensa publicado en el diario Opinión, 2 de abril de 2023
(https://www.opinion.com.bo/articulo/cultura/consolidan-comedor-popular-ninos-area-rural-quillacollo/20230331223138902352.html)
Un grupo de ninas que acude al comedor rural de Quillacollo
Ninos almuerzan en el centro rural
Una nina se sirve un postre en Indigo Sol
Ninos trasladan libros que les ofrece el comedor rural para incentivar la lectura
Un grupo de menores de edad comparte una merienda en la ONG emplazada en esa zona rural
CONSOLIDAN UN COMEDOR POPULAR PARA NIÑOS DEL ÁREA RURAL DE QUILLACOLLO
El proyecto Índigo Sol, iniciado el 2022, desarrolla servicios de apoyo alimentario e integral a familias y niñez de la comunidad de Chojñacollo, al norte de este municipio.
Cuando toca el timbre de salida de la escuela, justo cuando la pancita cruje más, 25 niños de Chojñacollo, en Quillacollo, tiene un lugar donde los esperan con comida calentita: Índigo Sol. Desde el pasado año, un grupo de profesionales puso en marcha este proyecto social que beneficia directamente a la infancia en situación de riesgo de Quillacollo, con un comedor popular y apoyo escolar. La iniciativa se enmarca en la fase piloto de la Organización No Gubernamental (ONG) Índigo Sol y que esta gestión consiguió personería jurídica para desarrollar su labor, en esa zona rural del municipio quillacolleño. Stefania Gurtner Fernández, cofundadora de la entidad, señala que hasta el momento tienen afiliados a 25 niñas y niños, de edades que van de los 6 a los 11 años. Como describe la comunicadora social, la población prioritaria (que puede acceder a la asistencia) es aquella en situación de pobreza y violencia, y específicamente, infancia inscrita en la unidad educativa del sector.
“Por el momento solo trabajamos con las familias de la zona y la escuelita que hay en la zona”, indica Gurtner. “El objetivo principal es promover los derechos y el bienestar de los niños y niñas, contribuyendo a una sana alimentación para el buen desarrollo y una orientación respecto a los hábitos y deberes escolares.” Actualmente, el proyecto se desenvuelve en instalaciones de un antiguo hogar de niños, que fue cerrado el 2021 debido a problemas presupuestarios que, en opinión del equipo de Indigó Sol, se originaron por la escasa colaboración del Servicio de Gestión Social (Sedeges), ahora Sedepos, y las defensorías municipales. Para Gurtner, de haberse desarrollado propuestas para evitar que más niños fueran institucionalizados, esa anterior unidad podría haber continuado trabajando. Sin embargo, la falta de cooperación de las autoridades derivó en su clausura y el inevitable traslado de los niños hacia otros hogares de acogida privados o, en el mejor de los casos, siendo reintegrados a la familia ampliada.
SERVICIOS La representante de Índigo Sol añade que, además de la asistencia alimentaria y educativa, la institución también ofrece servicios gratuitos de asesoría legal y apoyo psicológico, en pos de fortalecer el núcleo familiar de los pobladores de Chojñacollo. De acuerdo a un diagnóstico de la ONG, la mayoría de las familias de la zona son monoparentales, con una única persona (progenitora o tutora) a cargo del sustento de los hijos, y dado su nivel de formación, enfrentan graves problemas para acceder a oportunidades de empleo y generación de recursos. Pese a ello, sostiene, no existen más organizaciones que ofrezcan apoyo integral. Con todo, en su segundo año de funcionamiento, proyectan un futuro prometedor, habiendo concretado alianzas con otras instituciones, como Banco de Alimentos y Marie Stopes Bolivia. Igualmente, Gurtner adelanta la futura instauración de programas para brindar talleres de panadería, costura, carpintería y gastronomía.
INTERCAMBIO Siendo una institución sin fines de lucro, Índigo Sol logra su sostenibilidad mediante el sistema andino de reciprocidad. “Los padres de familia aportan simbólicamente para la alimentación y apoyo escolar con trabajo de limpieza, cultivo, cocina y otros”, asegura Gurtner. Asimismo, apunta a los voluntarios y profesionales altruistas como el pilar fundamental del avance logrado. Para cualquier donación de víveres, material escolar, insumos de cocina —que son sumamente bienvenidos— los ciudadanos pueden comunicarse al teléfono 72227312.
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Queridos amigos:
Ha pasado medio año desde que las últimas chicas y los últimos chicos abandonaron la Comunidad Infanto-Juvenil Tres Soles y volvieron con sus familias o fueron ubicados en otros hogares. Nuestro equipo de seguimiento, formado por una trabajadora social, un psicólogo y un asesor jurídico, pudo comprobar durante sus visitas periódicas que todos ellos se han instalado en sus nuevos hogares sin mayores problemas. Sin embargo, dado que la disolución de la comunidad infantil-juvenil ha sido el tema de las dos últimas cartas, me gustaría cambiar el tema de esta carta circular y centrarme en nuestra residencia estudiantil Luis Espinal, que sigue funcionando con normalidad.
La residencia estudiantil Luis Espinal acoge a 20 jóvenes mujeres y hombres que siguen diversos cursos de formación profesional en la universidad o en institutos técnicos. Además de disponer de una habitación, reciben becas para cubrir sus gastos de manutención, porque la formación profesional sigue siendo muy costosa también en Bolivia. Para mostrar los frutos de este trabajo, emplearé cada vez más estas cartas circulares, presentando algunas historias de vida especiales. Hoy empiezo con Omar Callisaya.
Omar llegó a la comunidad infantil y Juvenil Tres Soles en 1994 junto con su hermano Edgar, que era dos años mayor. Eran los menores de seis hermanos que habían perdido a su madre un año después del nacimiento de Omar. "Nos dieron una madrastra", relató Omar. "El padre nos pegaba todo el tiempo y me ataba a la cama durante días si me portaba mal". Tenía ocho años, cuando Gestión Social (ente estatal encargado del cuidado de la niñez y juventud) intervino, pero parecía tener cinco o seis y tenía el vientre abultado típico de la desnutrición. Omar nunca había ido al Kinder ni a la escuela. Desde el principio me di cuenta de que tenía una imaginación muy visual y que no era muy bueno para las cosas abstractas. Durante muchos años, solo pudo resolver operaciones matemáticas con la ayuda de pequeñas piedras o granos de maíz.
Omar participó en nuestro grupo de teatro Ojo Morado desde el principio. Mientras vivió en Tres Soles —¡y vaya que fueron 17 buenos años!— no faltó ni a una de las obras de teatro que el grupo producía en aquel tiempo. En "El país de la fantasía", la primera obra en la que participó, interpretó a uno de los seres fantásticas que secuestran a un niño lustrabotas de su miserable y gris vida en la gran ciudad a un colorido país de fantasía. Nunca olvidaré los papeles que interpretó cuando tenía nueve y once años en "El Principito" y "La Cruzada de los Niños". En la obra “El Principito”, durante una memorable presentación en el teatro municipal de La Paz, se defendió como gallina tirando huevos contra un zorro y de la misma manera procede con el honorable público, en representación de toda la sociedad. En "La cruzada de los niños", de Brecht, en el papel de un pequeño payaso, libera a los demás niños de la violencia de sus padres, que libran una guerra sin cuartel entre ellos. A través del éxito que tuvimos especialmente con estas dos últimas obras, Omar, junto con sus compañeros, llegó a conocer toda Bolivia, los países vecinos Chile y Argentina y finalmente hasta Alemania y Suiza.
Tras terminar el bachillerato, comenzó a formarse como actor en la recién fundada escuela de teatro de Santa Cruz con una beca de la residencia estudiantil Luis Espinal. Mientras tanto, se ha abierto su camino como actor, también a nivel internacional. En 2020, Omar Callisaya no solo participó en el festival cinematográfico de Hamburgo en la película "Chaco", sino también en Suiza en la exitosa obra de teatro "Palmasola". La obra, muy comentada en las revistas especializadas, trata de una prisión llamada Palmasola en Sta. Cruz, ¡una de las prisiones más duras del mundo! Sin embargo, debido a la pandemia, la gira tuvo que ser cancelada. Finalmente, la gira pudo continuar en Alemania a principios de 2022.
Barbara y Stefan Heumann, nuestros amigos y responsables de la página web, que viven en Dachau y a los que queremos agradecer en este punto su inquebrantable compromiso que llevan adelante durante tantos años, vieron la representación en los “Kammerspiele” de Múnich. Aquí está su interesante relato: “Ellugar de actuación es una gran sala que está más o menos vacía. La obra comienza ya en la antesala, donde nos agolpamos esperando entrar en la "cárcel". Todo el mundo recibe un sello en la mano (de Omar como policía), que no puede quitarse, pues de lo contrario no podrá salir de la sala (la "prisión"). Una vez en la sala, se echan de menos sillas para sentarse. Al estar de pie o caminar, interpretamos inconscientemente a los presos de la cárcel. Cuatro actores (tres bolivianos y un alemán) actúan a nuestro alrededor, entre la multitud, y obligan a los prisioneros (espectadores) a moverse de un lado a otro, a correr o simplemente a darse la vuelta para seguir la acción. La ciudad dentro de la prisión está dividida en secciones, las cuales están representadas en varios rincones a través de una escenografía escasa. La crueldad mostrada convincentemente por los actores es muy deprimente. Los actores son los brutales líderes de las diferentes pandillas que acosan constantemente a los reos, es decir, a nosotros los espectadores, y exigen dinero por un poco de protección. Nosotros, el público, estamos en constante movimiento para poder seguir la trama. A veces hay que tener cuidado para no ser atropellado. Todo está muy bien hecho, pero un poco dificultoso para personas con problemas de columna como yo, sin embargo, logré pasar valientemente los 100 minutos. Algunos espectadores se sentaron a lo largo de las paredes donde había espacio. También ofrecían que se podía llevar un asiento plegable, pero esto era poco práctico dado el ritmo acelerado de la pieza. Los aplausos fueron enormes. Fue realmente una gran actuación. Los actores hablaron en español, pero la traducción al alemán se proyectó en tres paredes laterales. Tras el final de la representación, se podían hacer preguntas a los actores, a un periodista (evidentemente boliviano), al director y al productor. Nos sorprendió la cantidad de espectadores que pidieron la palabra. Alrededor de las 22:30 (empezó a las 19:30) se acabó la gran experiencia”.
En la próxima carta circular, volveré a contar un poco más sobre el desarrollo de las antiguas niñas y los antiguos niños de la Comunidad Infanto-Juvenil Tres Soles y sobre otras noticias interesantes que se están gestando en estos momentos.
Muchas gracias por su apoyo moral y material, que también nos permite continuar nuestro trabajo en el 33º año.
Saludos cordiales desde Bolivia,
Stefan y Guisela
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Queridos amigos:
Como prometimos, ahora nos gustaría contarle algunas cosas sobre nuestro trabajo, nuestro nuevo concepto y otras novedades importantes.
Tres Soles:
Por muchas razones, entre ellas políticas (ya hemos informado sobre ello), nuestro proyecto Tres Soles, tal y como fue concebido, ya no podía continuar y, por tanto, tuvimos que encontrar un nuevo lugar para cada niña y niño a finales de 2021. Desde entonces, realizamos un exhaustivo seguimiento material, educativo y psicológico; lo mismo haremos también para el próximo año 2023.
Cuando elaboramos el plan anual para este año, tuvimos claro desde el principio que no todas las necesidades de las niñas y los niños podían satisfacerse en sus nuevos hogares o solo de forma precaria. Les proporcionamos material escolar y ropa que aún teníamos en depósito. En dos casos, hubo que comprar un celular, necesario para participar en las clases virtuales, y zapatos. El plan también incluía llevar una torta para su cumpleaños y hacer un regalo en Navidad. Es muy satisfactorio para nosotros ver que todos se han estabilizado en sus nuevos hogares y están todos bien. Se los ha reubicado en seis hogares diferentes: Providencia, Tiquipaya Wasi, Rosa de Sarón, Arco Iris, Cristo Rey y Niños con Valor. Tres parejas de hermanos han sido devueltas a sus familias.
El hogar Arco Iris solicitó un taller de varios días para enseñar a los jóvenes pintar tarjetas (tenemos años de experiencia en esto). Arco Iris, que se encuentra en una situación financiera especialmente mala, también solicitó apoyo a nuestro psicólogo Alexei para atender a varios de los jóvenes que allí se encuentran. Sin embargo, las posibilidades de realizar visitas seguían siendo limitadas a causa de la pandemia. Teniendo esto en cuenta, intentamos evitar el uso del transporte público. Nuestros colaboradores Christian y Alexei nos proporcionaron sus coches particulares, a cambio de los cuales recibieron una cantidad mensual para los gastos de gasolina. Pese a las restricciones se pudo visitar a cada niña o niño varias veces.
Como pueden imaginar, debido a los cambios tuvimos que reducir el año pasado drásticamente el número de colaboradores, lo que nunca está exento de problemas.Todas educadoras y todos educadores aceptaron los beneficios sociales y las indemnizaciones ofrecidos. La única persona con que tenemos problemas pendientes en este momento es Maura Zelaya. El caso está actualmente manos de la justicia. Ella argumenta que no puede ser despedida a causa de una discapacidad que tiene. En vista de que se cerró oficialmente la comunidad infanto-juvenil donde ella trabajaba como ayudante de limpieza, tenemos la esperanza que la demanda salga a nuestro favor, pero el sistema judicial en Bolivia es muy lento y corrupto y no se pueden descartar sorpresas desagradables. En todo caso, se puso en el presupuesto anual un monto suficiente para poder cubrir la indemnización que le corresponde. Este caso lleva un abogado especializado en derecho laboral.
Luis Espinal:
La vida en la Residencia Estudiantil Luis Espinal ha comenzado a normalizarse poco a poco en los últimos meses. Varios estudiantes han vuelto a las clases presenciales, lo que implicó una vuelta a la residencia. En total 22 estudiantes recibieron una beca para estudios y alimentación. A pesar de las difíciles circunstancias seis jóvenes completaron su formación en las siguientes profesiones: ingeniería industrial, ingeniería de sistemas, ingeniería financiera, licenciatura en administración de empresas, licenciatura en ciencias políticas y licenciatura en bioquímica y farmacia. Lo que nos hace especialmente felices es que entre ellos se encuentra Ruth Fernández, antigua residente de la comunidad infanto- juvenil de Tres Soles, que ha terminado la carrera de ingeniería industrial. Aunque la educación universitaria no se pueda comparar con los niveles norteamericanos o europeos, nos parece un logro notable.
Índigo Sol:
A solicitud de la escuela Arturo Quitón y de la ONG Índigo Sol, se puso en marcha un programa de apoyo a las niñas y los niños afectados por la pandemia del Covid-19, con un almuerzo y apoyo escolar diario. Para tal motivo se puso a disposición la casa vacía de la antigua comunidad infanto-juvenil Tres Soles desde el mes de mayo. Ahora hay muchos "huérfanos de Corona" y la crisis económica provocada por la pandemia ha afectado gravemente la economía de la población. Con el apoyo de Índigo Sol, no sólo pudimos organizar los víveres necesarios, sino también emplear a una cocinera.
Índigo Sol es una nueva organización que fue fundada recientemente. La aprobación de su personería jurídica y sus estatutos por parte del gobierno departamental de Cochabamba está a punto de concluir, el proceso de dos años fue acompañado por un buen asesoramiento jurídico. La idea es entregar la infraestructura a Índigo Sol cuando el convenio con el Ministerio de Relaciones Exteriores venza en 2024, para que siga siendo utilizada para actividades sociales, como para la residencia estudiantil o la ayuda para los huérfanos de Corona.
Al ser Índigo Sol una organización netamente boliviana, su tratamiento será mucho menos complicado y burocrático por parte de las autoridades estatales. Tres Soles, por el contrario, como organización suiza según sus estatutos, es sistemáticamente discriminada y acosada como institución extranjera por parte de las autoridades bolivianas, especialmente desde que Evo Morales llegó al poder.
Despedida de San Conrad/nueva cuenta de donaciones
Como sabemos todos, Tres Soles probablemente nunca habría sobrevivido todas estas décadas si no hubiera sido por la parroquia de San Conrad en Mannheim y su Missio/Círculo para un mundo. Estaba a cargo de Magda Keller, mujer inmensamente comprometida, y Hermine Haag, que era la responsable de la contabilidad y los recibos de donativos. Por motivos legales de la iglesia, la cuenta bancaria de donativos de Tres Soles tuvo que cerrarse 31 de diciembre de 2022. Sin embargo, pudimos cambiar a una cuenta ya existente y muy fiable sin ningún problema burocrático: Se trata de la asociación Inti Runa (www.intiruna.org), fundada en 1993, cuyo presidente es el fotógrafo Ludwig März. Para nosotros fue una suerte conocerle durante una gira teatral en Alemania en 1999. Desde entonces Tres Soles recibe cada año el generoso apoyo de la asociación a través de la venta de los calendarios que produce. El dinero restante en la cuenta de Mannheim también fue transferido a la cuenta de Inti Runa a finales de año. Llegados a este punto, les ruego me disculpen por no entrar en más detalles sobre el trabajo realizado por el Missio/Círculo para un mundo, pues lo haré a su debido momento.
Cerrando ya este informe, quisiera que sepan que no podríamos realizar nuestro trabajo (que este año cumplió 33 años!) sin el leal apoyo y la energía positiva de todas y todos ustedes. ¡Muchas gracias!
Con cordiales saludos,
Stefan y Guisela |

Queridos amigos:
Como siempre en esta época del año, les mando el informe sobre el año que termina. Como pueden imaginarse, debido a la pandemia y a las frecuentes cuarentenas y semi cuarentenas, también este año el trabajo sólo pudo llevarse a cabo en circunstancias difíciles. Las escuelas aún no han reabierto como hubiéramos deseado. Había clases digitales, pero funcionaban muy mal porque el Internet es inestable y la gente no tiene los aparatos necesarios. Para nuestras niñas y nuestros niños, tuvimos que juntar las computadoras de Tres Soles y Luis Espinal, comprar audífonos y micrófonos, además de proporcionar nuestros celulares para que todos pudieran gozar de su derecho a la educación. También tuvimos que contratar a un asistente por horas para mantener la tecnología en funcionamiento. En abril, entre la segunda y la tercera oleada de la pandemia, alguien tuvo la genial idea de citar a los alumnos a la escuela en grupos para escribir los exámenes y recoger las tareas.
Justo durante estas actividades de grupo en la escuela, uno de nuestros niños contrajo el virus. Cinco chicas y chicos y casi todo el personal enfermaron a consecuencia de ello, incluidos toda mi familia y yo. Milagrosamente, nuestra nieta Lucía fue la única que se salvó. Los niños afectados tuvieron que ser internados en el centro de aislamiento Covid de Quillacollo durante tres semanas por orden de Gestión Social. Guisela se llevó la peor parte y tuvo que ser proveída de oxígeno. Incluso antes del brote de la enfermedad, yo debería haberme operado de una hernia, lo que se pospuso una y otra vez hasta que ya no fue posible de evitarlo y tuvo que hacerse prácticamente de emergencia. Por esta razón, tuve que alejarme de mi trabajo durante varias semanas, pero gracias a Dios todos ya estamos bien.
Las actividades en Tres Soles continuaron, por supuesto, no podíamos cerrar, pero sí tuvimos que reducirlas a un mínimo. Mantener las estrictas medidas de prevención e higiene era muy fatigoso tanto para los niños como para los educadores. Nuestra población aún en condiciones normales tiene problemas de aseo y lo he mencionado a menudo en mis informes y cartas circulares, refiriéndome a una “guerra a escala baja” para lograr una limpieza y un orden a un nivel razonable. Las compras y el trabajo en la cocina también se realizaban en circunstancias difíciles. Afortunadamente, nuestra hija Fanny y nuestro yerno Christian estaban de nuevo a nuestra disposición con su coche. Sin su ayuda, habría sido prácticamente imposible continuar el trabajo.
Dado que el año que viene ya no habrá más niñas y niños viviendo en la Comunidad Infanto-Juvenil Tres Soles, por las razones que ya informamos detalladamente en la carta circular de julio, nos gustaría explicar brevemente cómo continuará el trabajo. A petición de Gestión Social, habrá un seguimiento social y jurídico durante al menos un año para las niñas, los niños y adolescentes que hayan sido reintegrados en sus familias o trasladados a otros hogares. Lo que se busca es garantizar que se satisfagan sus necesidades emocionales, materiales y morales.
Asimismo, se concluirá todos los trámites pendientes respecto a las bajas en el Ministerio de Trabajo, la Caja Nacional de Salud, el Seguro Social y la Dirección de Impuestos. De la misma manera se dará atención a posibles reclamos o juicios por concepto de beneficios sociales a los ex empleados, pues lamentablemente siempre hay gente que quiere aprovecharse económicamente más allá de las indemnizaciones y los beneficios sociales que le corresponden por ley. Otra tarea, secundaria en este momento, será la cuestión del futuro uso de la casa, que es propiedad de Tres Soles. Seguirán siendo necesarios cuatro colaboradores, en realidad voluntarios, para llevar a cabo estas actividades: Guisela en la coordinación, una trabajadora social, un psicólogo y un asesor jurídico.
Sin embargo, no todo ha sido Covid y burocracia este año. En septiembre, cuando la tercera ola bajó, pudimos organizar una salida de dos días a una laguna cercana a Cochabamba, gracias a una amiga que cada año dona una cantidad de dinero destinada a alguna excursión. Alquilamos tres cabañas exclusivamente para nosotros, así que estábamos en una "burbuja" segura, por así decirlo. Después de tanto tiempo de estar "encerrados", las chichas y los chicos pudieron por fin saborear algo de libertad y corretear por la playa. Aunque el agua estaba demasiado fría para bañarse, había botes que se podían fletar por un monto razonable. Guisela y yo nos sentamos frente a la chimenea juntos con ellos durante un largo rato por la noche y pudimos charlar con calma sobre todo lo que estaba pasando y las razones de nuestra decisión, mientras Fanny y Christian preparaban una deliciosa parrillada. Creemos que esta excursión nos hizo mucho bien a todos.
En cuanto a la residencia estudiantil Luis Espinal, la casa volvió a estar vacía este año, salvo por dos estudiantes que no tienen familia, ya que todos continuaron su formación desde sus casas a través de clases digitales. Por supuesto, se siguieron pagando las becas de estudio y de alimentación. También había que cancelar las facturas de teléfono, agua, internet, etc. Como indicado en la última circular, nos gustaría subrayar que el trabajo en la residencia continuará el próximo año, aunque que probablemente sea bajo otras condiciones. El pago de las becas está garantizado al menos hasta el 2024, pero, por supuesto, también necesitamos fondos para cubrir otros gastos de funcionamiento, como salarios, material de oficina, material de limpieza, reparaciones y otros.
En este sentido, nos gustaría repetir nuestro llamamiento, que ya expresamos una vez: por favor, sigan apoyándonos, todavía hay mucho que hacer, tanto en la comunidad infanto-juvenil como en la residencia estudiantil. Lo que ha pasado un poco desapercibido es el hecho de que la residencia estudiantil Luis Espinal haya cumplido 25 años este año. De 1996 a 2008 fue administrada por el padre jesuita Antonio Sagristá, desde 2009 forma parte del proyecto Tres Soles.
Por favor, piensen en nosotros en estos momentos difíciles para que hagamos todo correctamente y podamos sacar adelante estos importantes pasos y cambios sin mayores contratiempos. Sin su generosa ayuda y energía positiva, nuestro trabajo tampoco habría sido posible en el 32º año. ¡Muchas gracias por todo!
Con muchos saludos,
Stefan y Guisela
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