Junio 2022 PDF Imprimir Correo

 

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Queridos amigos:

Ha pasado medio año desde que las últimas chicas y los últimos chicos abandonaron la Comunidad Infanto-Juvenil Tres Soles y volvieron con sus familias o fueron ubicados en otros hogares. Nuestro equipo de seguimiento, formado por una trabajadora social, un psicólogo y un asesor jurídico, pudo comprobar durante sus visitas periódicas que todos ellos se han instalado en sus nuevos hogares sin mayores problemas. Sin embargo, dado que la disolución de la comunidad infantil-juvenil ha sido el tema de las dos últimas cartas, me gustaría cambiar el tema de esta carta circular y centrarme en nuestra residencia estudiantil Luis Espinal, que sigue funcionando con normalidad.

La residencia estudiantil Luis Espinal acoge a 20 jóvenes mujeres y hombres que siguen diversos cursos de formación profesional en la universidad o en institutos técnicos. Además de disponer de una habitación, reciben becas para cubrir sus gastos de manutención, porque la formación profesional sigue siendo muy costosa también en Bolivia. Para mostrar los frutos de este trabajo, emplearé cada vez más estas cartas circulares, presentando algunas historias de vida especiales. Hoy empiezo con Omar Callisaya.

Omar llegó a la comunidad infantil y Juvenil Tres Soles en 1994 junto con su hermano Edgar, que era dos años mayor. Eran los menores de seis hermanos que habían perdido a su madre un año después del nacimiento de Omar. "Nos dieron una madrastra", relató Omar. "El padre nos pegaba todo el tiempo y me ataba a la cama durante días si me portaba mal". Tenía ocho años, cuando Gestión Social (ente estatal encargado del cuidado de la niñez y juventud) intervino, pero parecía tener cinco o seis y tenía el vientre abultado típico de la desnutrición. Omar nunca había ido al Kinder ni a la escuela. Desde el principio me di cuenta de que tenía una imaginación muy visual y que no era muy bueno para las cosas abstractas. Durante muchos años, solo pudo resolver operaciones matemáticas con la ayuda de pequeñas piedras o granos de maíz.

Omar participó en nuestro grupo de teatro Ojo Morado desde el principio. Mientras vivió en Tres Soles —¡y vaya que fueron 17 buenos años!— no faltó ni a una de las obras de teatro que el grupo producía en aquel tiempo. En "El país de la fantasía", la primera obra en la que participó, interpretó a uno de los seres fantásticas que secuestran a un niño lustrabotas de su miserable y gris vida en la gran ciudad a un colorido país de fantasía. Nunca olvidaré los papeles que interpretó cuando tenía nueve y once años en "El Principito" y "La Cruzada de los Niños". En la obra “El Principito”, durante una memorable presentación en el teatro municipal de La Paz, se defendió como gallina tirando huevos contra un zorro y de la misma manera procede con el honorable público, en representación de toda la sociedad. En "La cruzada de los niños", de Brecht, en el papel de un pequeño payaso, libera a los demás niños de la violencia de sus padres, que libran una guerra sin cuartel entre ellos. A través del éxito que tuvimos especialmente con estas dos últimas obras, Omar, junto con sus compañeros, llegó a conocer toda Bolivia, los países vecinos Chile y Argentina y finalmente hasta Alemania y Suiza.

Tras terminar el bachillerato, comenzó a formarse como actor en la recién fundada escuela de teatro de Santa Cruz con una beca de la residencia estudiantil Luis Espinal. Mientras tanto, se ha abierto su camino como actor, también a nivel internacional. En 2020, Omar Callisaya no solo participó en el festival cinematográfico de Hamburgo en la película "Chaco", sino también en Suiza en la exitosa obra de teatro "Palmasola". La obra, muy comentada en las revistas especializadas, trata de una prisión llamada Palmasola en Sta. Cruz, ¡una de las prisiones más duras del mundo! Sin embargo, debido a la pandemia, la gira tuvo que ser cancelada. Finalmente, la gira pudo continuar en Alemania a principios de 2022.

Barbara y Stefan Heumann, nuestros amigos y responsables de la página web, que viven en Dachau y a los que queremos agradecer en este punto su inquebrantable compromiso que llevan adelante durante tantos años, vieron la representación en los “Kammerspiele” de Múnich. Aquí está su interesante relato: “Ellugar de actuación es una gran sala que está más o menos vacía. La obra comienza ya en la antesala, donde nos agolpamos esperando entrar en la "cárcel". Todo el mundo recibe un sello en la mano (de Omar como policía), que no puede quitarse, pues de lo contrario no podrá salir de la sala (la "prisión"). Una vez en la sala, se echan de menos sillas para sentarse. Al estar de pie o caminar, interpretamos inconscientemente a los presos de la cárcel. Cuatro actores (tres bolivianos y un alemán) actúan a nuestro alrededor, entre la multitud, y obligan a los prisioneros (espectadores) a moverse de un lado a otro, a correr o simplemente a darse la vuelta para seguir la acción. La ciudad dentro de la prisión está dividida en secciones, las cuales están representadas en varios rincones a través de una escenografía escasa. La crueldad mostrada convincentemente por los actores es muy deprimente. Los actores son los brutales líderes de las diferentes pandillas que acosan constantemente a los reos, es decir, a nosotros los espectadores, y exigen dinero por un poco de protección. Nosotros, el público, estamos en constante movimiento para poder seguir la trama. A veces hay que tener cuidado para no ser atropellado. Todo está muy bien hecho, pero un poco dificultoso para personas con problemas de columna como yo, sin embargo, logré pasar valientemente los 100 minutos. Algunos espectadores se sentaron a lo largo de las paredes donde había espacio. También ofrecían que se podía llevar un asiento plegable, pero esto era poco práctico dado el ritmo acelerado de la pieza. Los aplausos fueron enormes. Fue realmente una gran actuación. Los actores hablaron en español, pero la traducción al alemán se proyectó en tres paredes laterales. Tras el final de la representación, se podían hacer preguntas a los actores, a un periodista (evidentemente boliviano), al director y al productor. Nos sorprendió la cantidad de espectadores que pidieron la palabra. Alrededor de las 22:30 (empezó a las 19:30) se acabó la gran experiencia”.

En la próxima carta circular, volveré a contar un poco más sobre el desarrollo de las antiguas niñas y los antiguos niños de la Comunidad Infanto-Juvenil Tres Soles y sobre otras noticias interesantes que se están gestando en estos momentos.

Muchas gracias por su apoyo moral y material, que también nos permite continuar nuestro trabajo en el 33º año.

Saludos cordiales desde Bolivia,

Stefan y Guisela

 

 


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